Hacer justicia por su propia mano.

Javier Sicilia perdió hace nueve días a su hijo en Cuernavaca, víctima del crimen organizado, fue localizado muerto junto con otras seis personas. Este miércoles, gracias al apoyo de la sociedad civil comenzaron a tomar varias plazas públicas exigiendo justicia y seguridad en toda la nación mexicana. Sus palabras fueron: Los gobernantes de México se han vuelto "omisos" ante la sociedad. Ante esta desesperación, parece que la ciudadanía ahora también participa en el combate al crimen organizado.

Aún recuerdo la noche del lunes 22 de noviembre del 2010, cuando uno de los 10 trending topics de México inundaba las redes sociales. Era el nombre de Alejo Garza, un empresario maderero que con todo y sus 77 años defendió a tiros su rancho en San José, Tamaulipas del grupo armado los Zetas.

La acción de Don Alejo tuvo un efecto multiplicador que pocos han medido hasta ahora. En Durango, en Nuevo León, Zacatecas, y otros lugares del país, los ataques del crimen organizado que azotan a México están siendo repelidos por los mismos ciudadanos. La sociedad civil ha comenzado a defenderse por sola.

Alejo Garza

La semana pasada la prensa destacó el caso de José Luis Gallegos de San Juan del Río, en el estado de Durango, quien repelo un intento de secuestro por un grupo armado cuando irrumpieron en su pequeño hotel y mini súper. El señor Gallegos se había rehusado a pagar una cuota de protección a un grupo local. Al negarse a entregar el dinero fue amenazado con ser secuestrado e incluso asesinado. Sin embargo, él y su familia se defendieron logrando matar a uno de los agresores y obligando al resto a huir del lugar.

Cuando Don Alejo Garza actuó en defensa propia demostró ante los ciudadanos que el crimen organizado puede ser contrarrestado. Esta acción fue considerada por algunos como héroe, para otros Don Alejo fue una víctima más de las extorsiones.

Estos hechos parecen recordar el artículo publicado por el New York Times hace unos días, ¿Cómo la esclavitud terminó en los estados Unidos?, acontecimientos que parecen pequeños, terminan teniendo grandes cambios en la sociedad. ¿Será acaso la situación del México actual?

Estado de Durango

Otros casos donde la ciudadanía ha tomado las armas ocurrió en Zacatecas, cuando el hijo del delegado municipal de Villa Cárdenas se enfrentó por cerca de 40 minutos con un grupo armado que iba en busca de su padre. Según algunos testigos, los sicarios solicitaron al delegado municipal de Villa Cárdenas que la gente de la comunidad entregara sus armas. A los tres días el convoy regresó, dirigiéndose a buscar al delegado nunca se imaginaron la ceremonia de recepción que les esperaba, su hijo repelió a los adversarios a golpes mientras otro los repelió a tiros, logrando terminar con la vida de dos de los agresores.

En Chilpancingo, Guerrero, un comando armado ingresó a la comunidad de Tepozonalco, municipio de Leonardo Bravo, dejando un saldo de cuatro hombres muertos, cinco mujeres y tres niños heridos. Después del ataque los pobladores se organizaron y buscaron repeler la agresión con sus propias armas de fuego. Los habitantes lograron matar a uno de los sicarios y dejaron a varios más heridos. Fue entonces cuando el comando armado emprendió la huida del lugar en sus camionetas con las llantas ponchadas.




**Hector Cueto. Colaborador