Como parte de su estrategia post 11 de septiembre, el Departamento de Defensa Norteamericano se ha dedicado a lanzar una guerra informativa por diferentes frentes; esto para apoyar a sus tropas y contrarrestar la propaganda de extremistas musulmanes radicales. Sin embargo, esta lucha de relaciones públicas por parte del Departamento de Defensa le ha traído críticas sobre la forma en que su manejo informativo ha perjudicado el trabajo de reporteros norteamericanos que no pertenecen al Departamento.
Este organismo gubernamental ha gastado grandes sumas de dinero en operaciones mediáticas que tienden a ser llevadas en secreto y cuya efectividad no siempre puede ser medida. A lo largo de los últimos años, el Departamento de Defensa Norteamericano ha recibido autorización para gastar cientos de millones de dólares al año en lo que es definido como “comunicaciones estratégicas, operaciones psicológicas y de información”
Este tipo de operaciones incluyen actividades como el restablecimiento de los medios nacionales en Irak, construir pequeñas estaciones de radio FM en Afganistán, la creación de sitios de Internet que brindan información en lenguas extranjeras dentro de comunidades africanas y, en algunos otros lados, animar a soldados norteamericanos a contrarrestar el criticismo extranjero por medio de sus blogs.
Un reporte publicado por el Centro de Asistencia Mediática Internacional (CIMA por sus siglas en inglés), examina el impacto que tienen estas operaciones de información por parte del Departamento de Defensa Norteamericano en el desarrollo de los medios internacionales.
Aquí el link con mayor información: http://cima.ned.org/publications/research-reports/pentagon-information-operations-and-media-development
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