martes, 12 de octubre de 2010

Irán frena el trabajo de periodistas occidentales


Sakineh Mohammadi Ashtiani, mujer iraní que se encuentra presa desde el 2005, es madre de dos hijos y en mayo de 2006 fue condenada a recibir 99 latigazos y 10 años de prisión por tener una "relación ilícita" con dos hombres. Después de haber sido declarada culpable por mantener una "relación extramatrimonial"  fue condenada a muerte por lapidación; también se la acusa de ser cómplice en el asesinato de su esposo. A pesar de que el caso le ha dado la vuelta al mundo y ha recibido críticas por parte de gobiernos occidentales, el proceso informativo en torno a este (y cualquier otra actividad dentro del país) es una tarea difícil para los reporteros que son enviados a la nación islámica. 

En los últimos días, periodistas europeos han sido privados de su libertad o se les ha prohibido ejercer su labor por otros medios. El día de ayer, oficiales iraníes arrestaron a dos periodistas alemanes que se encontraban entrevistando a la familia de Sakineh. Ambos fueron detenidos después de que un individuo presente en la entrevista llamara a las autoridades al considerar que las preguntas de los reporteros eran “sospechosas”. De acuerdo con Ramin Mehmanparast, portavoz del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, los dos extranjeros tienen visado turístico y están vinculados a la contrarrevolución. “Sus caso se están estudiando”,afirmó.

Otro ejemplo de la situación que viven los medios occidentales en esa región es la decisión tomada por autoridades iraníes de cancelar el permiso de residencia de la corresponsal del periódico español “El País” en Teherán, Ángeles Espinosa; a quien le dio dos semanas para abandonar la República Islámica.

Ángeles Espinosa
Espinosa ha estado acreditada en Irán desde hace cinco años, en julio de este año fue detenida en Qom cuando salía de entrevistar a Ahmad Montazerí, el hijo del gran ayatolá disidente fallecido el año pasado, y desde entonces se le retiró la tarjeta de periodista. "Nadie me ha dado ninguna explicación. Desde que volví de vacaciones, el director general de Prensa Extranjera se ha negado a verme y el nuevo responsable de la oficina me dio a entender que no podía ayudarme, que las órdenes venían de otro lado", comentó la corresponsal del periódico español.

Agregó que "a través de terceros me han hecho saber que la entrevista a Montazerí, en la que este criticaba al líder supremo, ha sido la gota que derramó el vaso, pero que ya estaban muy molestos con mi trabajo desde las últimas elecciones y con la campaña de El País en defensa de Sakineh Ashtianí".

Durante el 2009, a raíz de las protestas realizadas por los iraníes a causa de la reelección de Ahmadineyad, Irán también expulsó al corresponsal de la BBC y apremió la salida de los enviados especiales de distintos medios que habían acudido a cubrir los comicios.

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