El domingo, Wikileaks filtró 251 mil 287 documentos enviados por diplomáticos estadounidenses a Washington y 8 mil directivas del Gobierno transmitidas a sus Embajadas en todo el mundo.
En estos documentos se exponen las opiniones que varios diplomáticos estadounidenses tienen al respecto de ciertos líderes mundiales. Por ejemplo, se menciona que el líder de Libia, Moammar Gaddafi, detesta hospedarse por encima del primer piso de los hoteles y que no puede subir más de 35 escalones. Entre otros mandatarios mencionados en los reportes están Vladimir Putin, a quien se le juzga como autoritario y machista; Silvio Berlusconi, de quien se detallan sus "fiestas salvajes"; Hugo Chávez y los esfuerzos por aislarlo en la región, y Cristina Kirchner, de quien les preocupa su salud mental.
Ante el impacto que la filtración puede tener sobre el vínculo de Estados Unidos con el resto del mundo, la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado reaccionaron con dureza a la difusión de la información.
De acuerdo con el semanario alemán Der Spiege, los cables que WikiLeaks publicó el domingo proceden del sistema de comunicación utilizado por los Departamentos de Defensa y de Estado de los Estados Unidos.
México y la lucha contra el crimen organizado también se encuentran presentes en los documentos secretos desvelados por Wikileaks. Se dice que dentro de los cables diplomáticos se encuentran al menos 2 mil 836 informes que se refieren a México o que fueron emitidos desde las delegaciones diplomáticas de Estados Unidos en las principales ciudades mexicanas. Estos informes contendrían detalles y conclusiones que habrían elaborado las delegaciones diplomáticas estadunidenses en ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez, Monterrey, Matamoros y Nuevo Laredo.
A su vez, Julian Assange, fundador de Wikileaks, anunció a través de una entrevista con la revista Forbes que planea revelar miles de documentos internos sobre uno de los bancos más importantes de Estados Unidos a principios del próximo año.
