jueves, 21 de julio de 2011

El futuro de las relaciones México-Estados Unidos en materia de Seguridad

Es un hecho que la situación de inseguridad que tanto México como Estados Unidos experimentan gracias al desmedido esparcimiento de actividades del crimen organizado, generó un notable avance en las relaciones de seguridad nacional entre ambos gobiernos; sin embargo, a partir de la filtración de cables diplomáticos realizada por Wikileaks durante el año pasado, se ha visto un repunte en las tensiones.

Conclusiones como éstas se pueden leer en el reporte publicado este mes por el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa (CHDS por sus siglas en inglés), donde se explica la transformación positiva de las relaciones México-Estados Unidos en materia de seguridad.
Pese a los fuertes vínculos históricos que ambas naciones poseen de siglos atrás, es visible que las relaciones entre las milicias norteamericanas y mexicanas no se han caracterizado por una verdadera comunión. Sin embargo, en la actualidad esto ha tomado un giro completamente nuevo. Distintas opiniones tanto de militares norteamericanos como mexicanos apuntan a que la actual relación entre ambos países se ha transformado gracias a los intereses en común que ahora poseen, y que no se regresaría al estado de “frialdad” tradicional, gracias a los diversos factores económicos, diplomáticos y militares que mantienen entrelazados a ambas naciones.

No obstante, las filtraciones de Wikileaks, según las cuales oficiales norteamericanos critican los esfuerzos y la habilidad del gobierno mexicano para combatir al crimen organizado, han causado enojo entre oficiales mexicanos y el mismo presidente, Felipe Calderón, aumentado las tensiones. Un ejemplo de ello fue la supuesta reticencia de las autoridades mexicanas a actuar con base en información que el gobierno de Estados Unidos brindó sobre la ubicación del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, quien tiempo después murió durante un operativo realizado en Cuernavaca.

Las tensiones se elevaron a tal nivel que durante una visita oficial a Washington D.C Calderón criticó públicamente las labores del entonces embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, lo que eventualmente llevó a su renuncia.

El reporte concluye que pese a ser visible un extraordinario periodo de cooperación entre ambas fuerzas armadas para el combate al crimen organizado, el lograr una coordinación significativa en próximos operativos continúa siendo un tema sensible dada la reticencia de las fuerzas armadas mexicanas en facilitar o incluso admitir la ayuda extranjera en sus actividades.
Pueden leer el reporte completo en el siguiente link: http://www.ndu.edu/chds/docUploaded/Dr_Downie_OCP_2011.pdf 

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