El asesinato del cantante argentino Facundo Cabral en la capital guatemalteca la madrugada del sábado 09 de julio y que se cree fue a manos del grupo criminal de Los Zetas, ha puesto nuevamente los reflectores en Guatemala. Álvaro Colom, presidente de este país, afirmó que la situación de inseguridad causada por el narcotráfico ha llegado a su límite; sin embargo, negó que Guatemala se haya convertido en un Estado fallido.
Una de las líneas de investigación sostiene que el atentado iba dirigido hacia Henry Aquiles Fariña Fonseca, empresario nicaragüense que contrató a Cabral para una serie de conciertos en ese país; y que la persona que ordenó la muerte de Fariña fue Daniel Pérez Rojas, fundador de Los Zetas, apodado “El Cachetes”, y que se encuentra preso en Guatemala desde abril 2008.
Además fuentes de la DEA revelaron que el empresario es investigado como presunto lavador de dinero del cártel de Sinaloa.
Hasta el momento, Diego Álvarez, portavoz de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), aseguró que ya tienen detenidos a dos sospechosos, Elkin Vargas Hernández, acusado de ser el intermediario para conseguir a los sicarios que realizarían el ataque y Wilfred Stockes Arnold, quien se presume estuvo en el lugar de los hechos.
El portal de internet conocido como "El blog del Narco” aduce que el hecho fue planeado por el cartel de Los Zetas, mismos que advirtieron hace unos días que darían un fuerte golpe para hacer sentir su poderío en la región y mostrar sus intenciones de ampliar sus acciones en Guatemala.
Sobre la presencia en esta región del grupo criminal de Los Zetas, Colom expuso que éste no se trata de un cártel mexicano o guatemalteco sino de “un supermercado internacional del crimen” creado por ex militares que en caso de los guatemaltecos salieron de la guerra de la década de 1980. “Veintitrés de los 80 zetas detenidos en los últimos meses son mexicanos y el resto guatemaltecos y hondureños, así que yo no veo a Los Zetas como un cártel mexicano, sino como una multinacional del crimen contra la que tenemos que trabajar unidos”, comentó.
Pese a saber que el fenómeno del crimen organizado se ha convertido en uno que involucra a más de una nación, Colom indicó que por desgracia la estructura del narcotráfico sí ha logrado infiltrarse en todo el sistema público y privado del país centroamericano. Como muestra de ello, el año pasado se encarceló a dos cúpulas de la policía, se despidió a mil 400 agentes y se cambió tres veces al mando militar.
Alvaro Colóm inició su gestión como presidente en 2008 y desde entonces ha buscado lidiar con los problemas de inseguridad con los cuales Guatemala ha cargado ya por varios años.
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