El cartel mexicano de Los Zetas ha sido definido al igual que la Yakuza japonesa y la Camorra italiana como una de las organizaciones criminales transnacionales más peligrosas del mundo. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, firmó una nueva orden ejecutiva en la que impone sanciones en contra de grupos que representan una amenaza significativa a la política internacional, economía y seguridad nacional de los EU.
El edicto provee a los Estados Unidos con nuevas herramientas financieras para quebrar el poder económico del cartel y proteger al mismo tiempo el mercado financiero mexicano. Con esta orden, toda propiedad en los Estados Unidos (o bajo posesión de ciudadanos norteamericanos) en la que alguna de las bandas ya mencionadas presente interés será bloqueada del mercado, prohibiéndose la realización de cualquier tipo de transacción.
De acuerdo con inteligencia norteamericana, el cartel de los Zetas posee miles de miembros en Estados Unidos, México y Centroamérica, y es de los principales traficantes de cocaína, metanfetaminas, heroína y marihuana en el país. Estados Unidos identifica al cartel de los Zetas como un relevante traficante de narcóticos bajo el Acta de Designación de Capos Extranjeros de Narcóticos (Foreign Narcotics Kingpin Designation Act en inglés) y ha presentado un mayor interés en la desmantelación del grupo desde que miembros del cartel emboscaron y asesinaron al agente especial del Servicio Inmigración y Aduanas (ICE) Jaime Zapata en febrero de 2011.
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